Todo estaba planeado para ser un viaje tranquilo a Chalma a bendecir las motos y a limpiarnos.
Todo empezó como a las 10am, ya que quedamos de vernos en el local. Los primeros que llegamos fuimos Juan, sus niñas y yo, ya después de un rato llego Vic, luego llegaron Lechuga y Derio y finalmente como una hora tarde llego Toro.
En lo que los niños lavaban sus motos, yo preparaba todo lo necesario para llevarnos en la cajuela de mi coche (herramientas, impermeables, chamarras, llanta de refacción, etc, etc.). Ya estando casi todo listo Victor fue x Vanessa (su novia). Ya como por ahí de las 12:30 estábamos saliendo de aquí para irnos hacia Chalma, no sin antes hacer parada en la gasolinera para que los 4 chiflados cargaran gasolina. Por fin logramos salir y encaminarnos hacia Chalma. Después de un largo camino de ida (2 horas) por fin logramos llegar, no sin antes hacer parada en El Ahuehuete.
Después de eso hicimos parada para comprar las veladoras que íbamos a dejar ahí y aprovechamos para turistear un poco y comprar los recuerditos del viaje (nuestras cruces). Ya después de eso entramos a la iglesia para pedir por lo que cada uno necesitaba, prendimos nuestras veladoras y las dejamos en el altar.
Después de eso nos fuimos a comer unas quesadillas, al darnos cuenta que ya era tarde y que iba a llover apresuramos un poco el paso y los chiflados se subieron a las motos y los demás nos subimos al coche y emprendimos el viaje de regreso a casa. A poco tiempo de haber salido tuvimos que hacer parada para que se pusieran sus impermeables ya que comenzaba a llover.
Mientras íbamos de regreso notamos Juan y yo que no venían los chiflados de las motos, por lo que nos preocupamos y bajamos un poco la velocidad e intentamos buscar un lugar donde estacionarnos para que nos pudieran alcanzar. Después de un rato por fin vimos que Victor nos alcanzaba, pero no sabíamos que pasaba con Derio, Ivan y Toro. Después de un buen rato por fin encontramos un lugar donde pararnos para esperar a los 3 chiflados que faltaban, mientras Victor preguntaba donde estábamos y como podíamos regresar a la ciudad.
Después de eso tuvimos que hacer una parada en la gasolinera, ya que las llantas de mi coche estaban un poco bajas. Por fin después de un rato llegamos a la ciudad, entramos por Tlalpan e hicimos una pequeña parada para que pudieran estirar las piernas y fumarnos un cigarro.
Después del cigarrito para desestrezarnos seguimos en camino hacia el local para dejar las motos...
Descansa en paz mi niño precioso!! Te extraño demasiado!! Te amo!!